jueves, 3 de diciembre de 2015

De vacaciones en la Riviera Maya

Hay cosas, como la maleta, que siempre tenemos a mano, para salir disparados a donde sea. Hemos trabajado muy duro durante todo el otoño, así que ha llegado el momento de tomarnos unos merecidos días de desconexión y nos vamos directos a la Riviera Maya a tumbarnos al sol, comer guacamole y fajitas, beber buen tequila, conocer las ruinas Mayas, disfrutar de la naturaleza y de los colores que inspiraron a Frida Kalho. ¡Qué maravilla!

Las playas caribeñas son uno de los principales atractivos de México y la razón que nos ha traído hasta aquí. Es cierto que están llenas de megacomplejos hoteleros y de turistas con la pulsera del todo incluido.


Pero si uno es aventurero e incorformista todavía puede encontrar lugares salvajes y poco transitados como éste, donde tumbarse a cuerpo de rey, contemplar las tortugas, hacer snorkel y resetearse cien por cien.



Ya se sabe que el mar abre el apetito y en México se saciará con gusto. Probamos de todo y nos deleitamos en el guacamole, por el que en Bitte los que nos conocéis ya sabéis que sentimos debilidad. Y lo acompañamos con un margarita. El placer de las vacaciones está en salir de la rutina, olvidarse de las obligaciones, conocer nuevo sitios y gente, y en comer, comer y beber.

Seguimos la ruta y el viaje en México nos lleva inevitablemente y voluntariamente hasta los Mayas. De lo visitado, lo que más ha llamado nuestra atención ha sido Chichén Itzá, por su magía de luces y sombras; Nohoch Mul (Cobà) por sus impresionantes vistas con abundante vegetación y  Tulum, ciudad construida a orillas del mar Caribe y habitada desde su creación en el año 564 hasta finales del siglo XVI. Hoy prácticamente sus únicos habitantes son iguanas.

Aunque los descubridores que llegaron a México acabaron con muchas cosas a su paso, el país consiguió mantener una fuerte identidad. La cocina de un lugar siempre habla de sus orígenes. Nos apeamos en este kiosco y probamos de todo un poco, que luego vendrá más playa, y los cenotes. Porque uno no puede abandonar México sin la experiencia de haber chapoteado en estas piscinas naturales de agua dulce.



No hay comentarios:

Publicar un comentario