Si pensamos en la mejor forma de comenzar el día, pensamos en despertar descansados, poner música y desayunar sin prisa, con la prensa y un zumo de naranja recién exprimido. Si la felicidad son estos pequeños gestos que nos alegran el día, las naranjas deberían estar a diario en nuestra vida. Y aunque hoy lo estén, no siempre fue así.
Las naranjas llegaron a España en el Renacimiento. Los árabes habían introducido el cultivo del naranjo antes, pero solo en su variedad amarga, con fines estéticos y olfativos. Siendo como era dulce, hermosa y jugosa, la naranja triunfó y mucho tiempo después se convirtió en la reina del campo mediterráneo.
Hay muchísimas variedades. La navel y la lane laten son algunas de las más abundantes. Gracias a esta variedad podemos tomar naranjas frescas durante todo el año. No obstante, como los naranjos florecen en primavera, con un periodo de maduración que abarca desde octubre a junio, es ahora el mejor momento para disfrutarlas.
Como postre pero sobre todo exprimidas, ten naranjas siempre a mano. Ricas en vitamina C, calcio y potasio; salud garantizada!
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